La gran mayoría de los conceptos y las técnicas con nombres sonoros en inglés se imponen como ideas ganadoras y cada vez más inundan el mundo del marketing.
Pasa con el conocido storytelling, del que seguro has oído hablar porque ya muchas marcas lo han adoptado para transmitir sus valores, su esencia y sus beneficios a través del arte de contar historias; lo que hoy sigue siendo una buena alternativa, pero no un factor diferenciador.
Y es que ahora el valor que han cobrado las interacciones de nuestros usuarios nos muestran que quieren vivir, sentir y experimentar la marca. Por eso, es tendencia el Storydoing, la evolución del storytelling, donde pasamos de decir a hacer, de contar a vivir.
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Entonces, en lugar de narrar una historia, ¿por qué no creamos una historia en el mundo real que proporcione experiencias auténticas? O, en vez de buscar que nuestros usuarios se identifiquen con los valores, ¿por qué no mejor hacer que los vivan?
Pues las experiencias que se generen serán historias propias que nuestros consumidores pueden disfrutar, sentirse identificados y no solamente escuchar.
La marca “Bebés y más” ya le apostó al storydoing, compartió un video titulado “una caja estimulante con legos”, en el que se ven dos niños jugando y estimulando sus habilidades cognitivas y motrices. En lugar de contar cómo realizar en casa la caja para entretener a los niños, nos muestran el beneficio de cómo este juego favorece a los niños.
Otro caso es el de Volvo, la marca de carros que buscó la manera de que las personas experimentaran y vivieran la seguridad, su principal valor de marca, a través de una campaña llamada “Volvo Lifepaint”, que le dio solución a una necesidad patente de ese momento.
Y, ahora, ¿cómo podemos nosotros empezar a generar vivencias en nuestros consumidores a partir de lo que son nuestras marcas?