Ciclismo: ejemplo de trabajo en equipo y OKR
Soñar es una realidad aunque suene contradictorio. Tenemos diferentes clases de sueños: colectivos, individuales, propios y compartidos. El gran reto en nuestras vidas, tanto laboral como personal, es convertir nuestros sueños en realidad y el mejor ejemplo de esto es el triunfo de nuestros ciclistas.
Existe una técnica simple y contundente para convertir los sueños en realidades, llamada Objetivos y Resultados Claves (OKR por sus siglas en inglés), cuya única complejidad es reconocer su simplicidad. Es una técnica que se basa en hacer consciente algo que hacemos en nuestro diario vivir de manera innata, con el fin de salir de zonas de confort peligrosas en las que nos quedamos; además, nos invita a soñar en grande y a enfocarnos para obtener resultados grandiosos. Nos invita a ser positivos en nuestro día a día y en las organizaciones, porque un equipo de alto desempeño vive y piensa positivo.
Para entender mejor la técnica de los OKR, me basaré en el ciclismo, el deporte de moda en Colombia, gracias a nuestros escarabajos, nombre bajo el cual son conocidos los ciclistas colombianos, que hoy nos llenan de tanto orgullo. El ciclismo de ruta es un deporte de equipo.
Actualmente vemos a Egan Bernal como un triunfador colombiano, un orgullo para Latinoamérica, un mérito que logró gracias a su talento, disciplina y trabajo en equipo, tal y como él mismo lo afirma en sus entrevistas: ‘Sin el equipo, esto no podría haber sido una realidad’.
Un equipo en el ciclismo está conformado por un jefe de filas, quien tiene la gran responsabilidad de llevar a su equipo a la gloria, superando obstáculos, inspirándolos a seguir adelante a pesar de cualquier contratiempo y de dar ejemplo; también por el co-líder, quien comparte esa responsabilidad con el líder y se convierte en un guardaespaldas de él.
Mientras el gregario pone la gota de sacrificio, protege al líder y lo ayuda en los momentos difíciles, y solo si la ocasión es propicia, busca algún logro individual.
El contrarrelojista se encuentra en el anonimato en muchas etapas. Sin embargo, está totalmente preparado para ser el protagonista en las etapas de contrarreloj, buscando el logro de sus sueños y aportar a la consagración del equipo.
También tenemos al sprinter, quien se caracteriza por poseer gran potencia y alta velocidad en trayectos cortos. Su objetivo es el de ganar ciertas etapas ideales para ellos aportando así al equipo en general.
Es importante entender lo del equipo para poder comprender los OKR, una técnica usada para alcanzar objetivos grandiosos, que como su nombre lo dice, se compone de dos elementos: objetivos y resultados claves (Objectives and Key Results).
Surge a finales de los 90 en Intel, siendo su principal promotor John Doerr y luego se populariza cuando es usada por empresas como Google y LinkedIn con excelentes resultados.
Los componentes de los OKR
Los objetivos: ¿Qué se desea lograr?
Expresa algo tangible e inequívoco, es decir, que para cualquier observador es fácil determinar si se logró o no. Deben ser agresivos pero realistas. Estos objetivos, en el Tour de Francia se ven evidenciados en seis premios: el líder de la carrera (camiseta amarilla), el líder de la clasificación por puntos (camiseta verde), el rey de la montaña (camiseta de pepas), el líder de la carrera entre los menores de 26 años (camiseta blanca), el premio de la combatividad y el mejor equipo.
Los diferentes equipos participantes del Tour definen uno o más objetivos de estos, de acuerdo con sus fortalezas y sus prioridades. La definición de los objetivos debe ser de equipo y deben estar muy focalizados.
Llenarse de muchos objetivos puede distraer al equipo llevándolo a la no consecución de ninguno de éstos. Si quieres saber cómo se forma un equipo de alto desempeño en una organización, te recomiendo leer el artículo claves para formar un equipo de alto desempeño
Una característica importante de los objetivos, es que estos permanecen en el tiempo, incluso, a pesar de las adversidades o contratiempos que se nos presenten, ya que representan nuestro sueño, mientras que los resultados claves, que explicaré a continuación, pueden ir definiéndose a medida que nos vayamos acercando al objetivo y dependen de las situaciones que se nos van presentando.
Supongamos que el objetivo del equipo Ineos antes de iniciar el Tour fue llevarse la camiseta amarilla, es decir, conseguir el liderazgo del Tour. Su primera apuesta fue con Froome como líder del equipo y con Thomas como co-líder, sin embargo un accidente desafortunado de Froome, antes de iniciar el Tour obligó al equipo a cambiar de estrategia, seleccionando a Thomas como líder y a Egan Bernal como co-líder.
La estrategia cambió, pero el objetivo siguió intacto, este se conserva porque es el que nos inspira y nos da el norte. Es lo que nos muestra hacia donde ir.
Los resultados clave (KR) son el cómo
Para cada objetivo se definen hitos o resultados parciales, que al lograrlos nos acercan al cumplimiento de nuestro objetivo. No son actividades sino que se expresan igual un objetivo, es decir, que también son tangibles, inequívocos, realistas y retadores.
Los resultados claves nos muestran si vamos por el camino correcto. Volviendo a nuestro ejemplo, un resultado clave podría expresarse así: “Al final de la etapa 5, el líder del equipo, debe ir entre el top 5 de la clasificación general y con no más de dos minutos de diferencia con el líder de la carrera”.
Es un objetivo que cualquier observador puede corroborar si se cumplió, o no, y está enfocado al logro del objetivo final. Si se define el siguiente resultado clave: “Ganar la etapa 5”, es algo muy relativo. No quien gana una etapa logra ser el líder de la carrera. Es algo que se puede cumplir, sin embargo, por sí solo no me acerca al cumplimiento de mi objetivo final.
Si bien es excelente tener un plan, la realidad es que las variaciones existen por factores que no pueden ser controlados del todo y que impactan constantemente los planes. Lo interesante de esta estrategia es que nos permite ir definiendo los resultados claves por cada tiempo. Estos resultados claves se convierten en el plan, en nuestra ruta para llegar a la meta.
En el caso del Tour, estos periodos los representa cada etapa, en nuestros equipos o proyectos se dan en forma de bimestre, trimestre, sprint, de acuerdo con lo definido por cada equipo.
Siguiendo con nuestro ejemplo, en algún momento la realidad para el equipo Ineos cambió y, por ende, tuvieron que cambiar la estrategia. Por algunas circunstancias, Egan tuvo más oportunidad de ganarse el Tour que Geraint, y se tuvieron que definir nuevos resultados claves para lo que quedaba del Tour, alineados a esta nueva realidad, manteniendo el gran objetivo: obtener la camiseta amarilla.
La técnica de los OKRs aplica para cualquier emprendimiento personal o laboral que tengamos, desde un viaje familiar hasta la consecución de cualquier negocio. Entre más grande sean nuestros sueños más lejos llegaremos, siempre y cuando, seamos disciplinados con los resultados claves que definamos para el logro de nuestros objetivos.
Termino esta entrada agradeciendo no sólo a Egan sino a todos aquellos “escarabajos” que nos han llenado de tanto orgullo y nos han demostrado que los sueños se pueden volver realidad, si se tiene un objetivo claro y se trabaja con disciplina, tenacidad y amor por lo que se hace.
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