Del core legado al core bancario nativo en la nube: el verdadero motor de la Banca 4.0

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14 de octubre de 2025

Imagina que tienes el mapa de un tesoro (la visión de la Banca 4.0), pero intentas llegar en un carruaje antiguo (tu core legado). La estrategia es correcta, la meta es emocionante, pero el vehículo no tiene la potencia para llevarte allí. Te quedarás a mitad de camino.

En nuestra conversación anterior sobre la banca del futuro, hablamos de un mundo invisible e hiperpersonalizado. Pero esa visión se desmorona si no hablamos de su motor. Para competir hoy, la respuesta ya no es solo un core bancario funcional, sino un core bancario nativo en la nube, diseñado para la velocidad, la flexibilidad y la escala que exige el nuevo mapa financiero.

El problema es que muchos de los sistemas actuales fueron diseñados para un mundo que ya no existe. Intentar construir la banca del futuro sobre un core monolítico y rígido es como pedirle a ese carruaje que compita en una carrera de Fórmula 1.

¿Cómo habilitar la Banca 4.0 con un core moderno?

La promesa de la Banca 4.0 se basa en la agilidad. Se trata de crear ofertas en tiempo real, conectarse con ecosistemas de terceros (Fintechs, comercios) y ofrecer experiencias que se sientan únicas para cada persona.

Un core tradicional, por su naturaleza, se opone a esto. Cada cambio es un proyecto de meses, cada nuevo producto requiere una programación compleja y cada conexión externa es un riesgo de seguridad y estabilidad. Es un ancla que frena la innovación.

Entonces, ¿cuál es la solución? La respuesta está en la modernización del core bancario, pero no de cualquier manera. No se trata de "levantar y mover" (lift and shift) el mismo sistema a un servidor en la nube. Se trata de rediseñarlo desde cero. 

La verdadera habilitación viene de un core bancario nativo en la nube. Un motor construido para la velocidad, la flexibilidad y la escala que exige el nuevo mapa financiero.

¿Qué es Banca en la nube? La diferencia entre “ser” y “estar”

Cuando se habla de banca en la nube, muchos imaginan que se trata simplemente de tomar los sistemas bancarios de siempre y alojarlos en servidores externos. 

Es una visión común, pero incompleta. Hacer eso es como alquilar un piso nuevo y moderno en un rascacielos inteligente, pero llenarlo con los mismos muebles pesados y los procesos lentos de la oficina antigua. El entorno es nuevo, pero la capacidad para moverse y crear sigue siendo la misma.

La verdadera transformación no está en "estar" en la nube, sino en "ser" de la nube. Aquí es donde la distinción se vuelve crucial:

  1. “Estar en la nube” (Lift-and-Shift): Este es el enfoque del "nuevo piso". Se migra la infraestructura monolítica existente a un proveedor cloud. Se ganan eficiencias en costos y mantenimiento, pero el sistema central sigue siendo rígido. La agilidad para crear nuevos productos o conectarse a ecosistemas sigue siendo dolorosamente lenta.
  2. “Ser nativo de la nube” (Cloud-Native): Este es el enfoque del "nuevo edificio". En lugar de mover lo viejo, se construye desde cero una nueva estructura pensada para la flexibilidad. Un core bancario nativo en la nube no es un solo bloque de código, sino un conjunto de componentes pequeños e independientes que se comunican entre sí (microservicios). Es un sistema diseñado para cambiar, escalar y evolucionar sin que una modificación en una de sus partes detenga al resto.

Bajo ese entendido, la banca en la nube no es una mudanza, es una reconstrucción. Es pasar de una arquitectura rígida a una plataforma flexible que permite a los bancos diseñar y lanzar productos financieros con la misma velocidad con la que se ensamblan bloques de Lego. No se trata de dónde residen los datos, sino de la agilidad con la que se puede construir valor a partir de ellos.

¿Quieres lanzar un nuevo tipo de préstamo? Simplemente diseñas un nuevo bloque y lo conectas al resto. ¿Necesitas actualizar el servicio de transferencias? Lo cambias sin que los demás bloques se enteren. Esa es la agilidad en acción.

Así lo materializa un partner como Thought Machine

Para que esta arquitectura no se quede en el papel, existen plataformas como Vault Core de nuestro partner Thought Machine. Ellos son un ejemplo claro de este enfoque nativo en la nube. En lugar de tener un código monolítico, su sistema funciona como un conjunto de servicios distribuidos e independientes que se comunican entre sí.

La genialidad de su propuesta radica en el uso de "Smart Contracts" para definir la lógica de cada producto financiero. Esto significa que el banco puede diseñar, probar y lanzar nuevos productos (una cuenta, un préstamo, una tarjeta) configurando estos contratos inteligentes, sin necesidad de tocar el código central de la plataforma. 

El resultado es una reducción drástica en el tiempo de salida al mercado y una flexibilidad sin precedentes para innovar.

¿Qué es un core bancario basado en APIs?

Si los microservicios son los bloques de Lego, las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) son el lenguaje universal que permite que esos bloques se entiendan y colaboren.

Un core moderno es API-first. Esto significa que está diseñado, desde su concepción, para comunicarse de forma segura y estandarizada con el mundo exterior. Deja de ser una caja negra y se convierte en una plataforma abierta a la innovación.

Conoce de gobierno de APIs aquí 

Este enfoque de core bancario componible es lo que hace posible modelos de negocio como:

  • Banking as a Service (BaaS): Permitir que una empresa no financiera, como un retailer, ofrezca productos de tu banco a través de sus canales.
  • Open Finance: Conectarte de forma segura con otras instituciones y Fintechs para crear servicios de valor añadido para tus clientes.
  • Velocidad de mercado: Integrar nuevas tecnologías, como motores de inteligencia artificial para la personalización, sin tener que modificar todo el sistema central.

Lanzar productos financieros más rápido con un core ágil

Al final, todo se traduce en una ventaja competitiva tangible: la velocidad. En el pasado, lanzar una nueva tarjeta de crédito o una cuenta de ahorros podía tardar entre 12 y 18 meses. Con una plataforma de core bancario ágil, los equipos de producto pueden configurar y lanzar nuevas ofertas en semanas o incluso días.

Esta capacidad para experimentar, medir, aprender y adaptar la oferta de valor es el verdadero motor que impulsa la Banca 4.0. Permite a las instituciones financieras dejar de reaccionar al mercado y empezar a liderarlo, creando productos que responden a las necesidades reales de las personas, justo cuando las necesitan.

La conversación sobre el futuro de la banca es emocionante, pero es hora de mirar bajo el capó. La tecnología ya no es un área de soporte; es el sistema nervioso central de la estrategia de negocio.

La pregunta que debemos hacernos no es si la modernización es necesaria, sino qué tan preparados estamos para ella. ¿Tu motor está listo para la carrera?

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