Ya no basta con automatizar los procesos: hay que generar valor
La automatización como disciplina organizacional nos permite entender con mayor detalle los procesos para mejorarlos, pero a menudo no lo hacen de forma ágil ni le aportan valor al negocio.
Las prácticas tradicionales que las organizaciones han venido utilizando para la automatización de los procesos han demostrado que, a pesar de que sí nos permiten entenderlos y mejorarlos, lo hacen con un enfoque y a una velocidad que no son óptimos.
Para actuar, entonces, de forma adecuada y oportuna como respuesta a estos cambios cada vez más frecuentes y agresivos del entorno, debemos formularnos algunas preguntas acerca de las prácticas que estamos adoptando para mejorar y automatizar nuestros procesos de negocio.
¿Son lo suficientemente ágiles y están enfocadas en generar valor para nuestras organizaciones?
¿Nos confieren la capacidad de identificar e implementar los cambios de forma adecuada y oportuna?
Sabemos que la habilidad de monitorear, evaluar y reaccionar ante los cambios es un factor clave de diferenciación en el mercado. Por eso, las prácticas que adoptemos para automatizar los procesos de negocio tienen un impacto directo en la generación de valor para la organización.
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Adaptarse al entorno, una necesidad
Ser ágil no se trata solo de hacer las cosas más rápidamente, sino de producir la mayor cantidad de valor para la organización en el menor tiempo posible. Esto implica adoptar prácticas que permitan emprender iniciativas de mejora y automatización de procesos basadas en la generación de valor de forma incremental.
Si concentramos nuestros recursos en la creación de valor durante todo el ciclo de vida de la automatización, que es el camino a la transformación digital, tendremos la capacidad de implementar iterativamente pequeñas mejoras incrementales para adaptarnos de forma continua a los cambios del entorno.
Así, estaremos asegurándonos de que tendremos los recursos organizacionales adecuados, haciendo las tareas adecuadas, de la forma adecuada, en el momento adecuado.
No obstante, cuando terminemos una iteración y tengamos las respuestas, el entorno nos puede haber cambiado las preguntas. En ese momento estaremos en capacidad de desarrollar una nueva iteración de forma ágil para obtener las nuevas respuestas que se nos están exigiendo.
Automatizar con entregas tempranas
El factor diferenciador en la adopción de un enfoque ágil en la automatización de procesos de negocio consiste en entregas y victorias tempranas.
Mediante la participación permanente y colaborativa de todos los actores de negocio, nos cercioramos de que se priorice la entrega de resultados tangibles de alto impacto.
En cada hito definido para el proceso de automatización nos aseguramos de hacer una demostración de la aplicación parcialmente implementada (playback). En cada uno de los playbacks definidos con un objetivo específico, vamos agregando elementos determinados a la aplicación, manteniendo la integridad del proceso desde la definición del modelo funcional hasta su despliegue en producción.
Por ejemplo, en el playback inicial definimos el flujo del proceso acorde con los requerimientos de negocio. En la siguiente etapa, determinamos las interfaces de usuario asociadas a cada tarea definida en el flujo anterior.
Adoptar principios ágiles para automatizar un proceso nos permite entender y priorizar la generación de valor. Además, nos da la capacidad de implementar todas las etapas del ciclo de vida del proceso de manera iterativa, lo que permite obtener entregables tangibles a corto plazo con alto impacto para la organización.
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