En tiempos de cambio acelerado como los que estamos viviendo, ¿qué diferencia a una organización ordinaria de una organización extraordinaria?
En este corto artículo quiero compartir desde mi punto de vista, una premisa fundamental y cuatro elementos clave que todo líder debería considerar para hacer una verdadera diferencia y lograr que sus organizaciones sean extraordinarias.
Si la velocidad de cambio afuera es superior a la velocidad de cambio adentro, el fin está cerca”
A partir de mis propias reflexiones alrededor de esta frase, planteo entonces una premisa fundamental:
¡La capacidad de adaptación de una organización está supeditada a la capacidad de adaptación de sus líderes!
Y a partir de esta premisa, quiero invitar a los lectores a formularse estas dos preguntas:
- ¿Cómo está hoy la capacidad de adaptación de la organización a la que perteneces?
- ¿Cómo está hoy tu propia capacidad de adaptación como líder?
Considero que una organización extraordinaria es el reflejo de unos líderes extraordinarios. Pude ser bastante osado afirmar que solo cuatro elementos, de inmediato nos llevarán a ser líderes extraordinarios y que también de inmediato nos convertirán en organizaciones extraordinarias. Pues quiero aclarar que estos cuatro elementos, si bien considero que son clave, no pretendo que sean interpretados como los únicos, ni como una receta de copiar y pegar. Mi intención es, más bien, que cada uno de los lectores los considere, reflexione acerca de ellos y saque sus propias conclusiones y llamados a la acción.
1. Vivir el propósito y los valores
El primer elemento está relacionado con tener un propósito y valores claros, inspiradores, ¡contundentes!
Según Fred Kofman, coach ejecutivo y Presidente de Conscious Business Center International - CBC, podríamos definir el liderazgo como el proceso de incentivar el compromiso interno de los miembros de una organización para alcanzar su propósito con integridad y efectividad.
En sus organizaciones, en sus equipos y en su propia cotidianidad, ¿para qué hacen lo que hacen?, ¿qué valores están honrando con sus comportamientos y decisiones habituales?
El propósito y los valores, más allá de una serie de declaraciones, son herramientas poderosísimas con las que cuentan los líderes en contextos ágiles. Se viven en la cotidianidad.
Una vez definidos y declarados los valores y el propósito, un líder demuestra su integridad y la importancia que para él tienen a través de sus propios comportamientos y decisiones. Primero se lidera a sí mismo, luego, a partir de ese ejemplo y autoridad moral, los demanda a las personas que tiene alrededor, liderándolos y ayudándolos a ser más conscientes de sus comportamientos y decisiones y su relación con el propósito y los valores.
En un contexto ágil las decisiones cotidianas de los líderes realmente impulsadas por un propósito superior y el compromiso interno por alcanzarlo con integridad y efectividad: Purpose Driven.
2. Obtener y compartir información relevante
El segundo elemento clave es que un líder, en un contexto ágil, está siempre observando y vigilando atento su entorno y cómo se mueve, ¿qué ha cambiado? ¿qué está cambiando?, ¿qué podría cambiar en el futuro?
El papel de un líder es obtener y compartir información relevante, datos y hechos relacionados con la coyuntura económica, social, política, ambiental; relacionados con el mercado, con sus clientes y sus comportamientos; relacionados con la tecnología, las tendencias, entre otros.
Datos con propósito, datos que podamos convertir en información para permitan tomar decisiones oportunas, con el fin de responder con la velocidad que la dinámica del mercado requiere.
A partir de los datos, la transparencia es el principal nutriente de la capacidad de toma de decisiones y la toma de decisiones oportuna es el principal nutriente de la adaptabilidad, que nos permite responder a las necesidades cotidianas de nuestros clientes, generándoles valor.
En un contexto ágil las decisiones cotidianas de los líderes están realmente impulsadas por datos de manera transparente y no por imaginarios o suposiciones: Data Diven
3. Enfocarse en las personas y en la generación de valor
El tercer elemento fundamental es el foco en las personas y la generación temprana y continua de valor, que por supuesto, están íntimamente relacionadas.
Estas son las algunas de las preguntas que siempre se está haciendo un líder en contextos ágiles: ¿quiénes son mis clientes?, ¿quiénes son mis colaboradores y aliados?, ¿qué tanto entiendo su cotidianidad?, ¿qué valoran?, ¿qué dolores o necesidades relevantes tienen?, ¿qué anhelan?, ¿cómo puedo contribuír en mejorles la vida?
Entiende que el valor solo se materializa cuando una persona recibe y valida si lo que le estamos entregando, efectivamente satisface sus necesidades y resuelve su problemas relevantes.
Dentro de este tercer elemento, quiero resaltar que cuando de personas y generación de valor se trata, el nombre del juego se llama cuidar.
Un líder debe cuidar de su desarrollo permanente como persona, como profesional, como compañero; cuidar de sus colaboradores y aliados, de su desarrollo y de su bienestar.
Cuando emerge ese cuidado genuino desde el liderazgo, todos se ocuparán, por una parte, de cuidar a sus clientes y a hacer lo máximo posible por entender y contribuir a la saftisfacción continua de sus necesidades y, por otra parte, de cuidar a la organización y contribuir con un uso adecuado de los recursos que utilizan, de los procesos, de las herramientas, de sus conversaciones, entre otros .
Si a partir del propósito y visión, desde el papel de líderes cuidamos de las personas y sus interacciones, en consecuencia estáremos cuidando el resultado y el impacto.
En un contexto ágil la principal prioridad de un líder, evidenciada en sus decisiones y acciones, es la satisfacción de las necesidades de las personas, cambiarles la vida -People Driven - mediante la entrega temprana y continua de valor - Value Driven.
Abrazar la adaptabilidad infinita
El cuarto componente del papel del liderazgo en contexto ágil es la capacidad de adaptación, estamos pasando de la era de las transformaciones, a la era de la adaptabilidad infinita, nos transformaremos una y otra vez, sin parar.
Este elemento se apoya en los tres anteriores, ya que para un líder en un contexto ágil, sus decisiones basadas en el propósito, en los datos, en las personas y en el valor, deben llevarlo y llevar a la organización a desarrollar una mejor capacidad de respuesta para:
- Captar las señales del entorno e incuso anticiparse a ellas
- Identificar los problemas que tiene sentido resolver y,
- Resolver gradual y colaborativamete esos problemas en ciclos cortos de aprendizaje.
En tiempos de cambio acelerado como los que estamos viviendo, lo que diferencia a una organización ordinaria de una organización extraordinaria, es la capacidad de sus líderes de vivir e inspirar en otros el propósito superior y los valores, adaptación que tienen sus líderes, las decisiones basadas en datos, el foco en las personas y en la generación de valor y por supuesto, su propia capacidad de adaptación.
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