¿Por qué es importante que una empresa analice a sus clientes?
Lo más probable es que alguna vez te hayas preguntado ¿Qué puedo hacer con los datos de mis clientes? En muchas ocasiones administradores o dueños de empresas no tienen respuesta a esta pregunta. Sin embargo, en los datos se encuentra el mayor valor para el crecimiento de sus organizaciones.
Por medio de datos podemos crear información de gran importancia para establecer estrategias de negocio que permitan impulsar, entre otras cosas, indicadores transaccionales como el número de ventas y consumidores recurrentes. Lee: Usa los datos para conocer el comportamiento de tus usuarios
Durante la última década, las dinámicas de los mercados están cambiando a un ritmo acelerado, llevando a cada organización a cuestionarse sobre la forma de dar valor en un mercado mucho más competitivo.
Por ello, en este artículo abordaré este tema, partiendo del análisis de los clientes para ofrecerles, con la segmentación, una comunicación acertada y personalizada.
En esta era, conocer a los consumidores toma un papel protagónico, especialmente para entender el comportamiento online y offline, es decir, la conducta transaccional y el flujo de navegación web de los usuarios. Una clave para conocer a fondo a los clientes es usar analítica en tiempo real.
Analizar a los consumidores nos permitirá descubrir sus preferencias y características con el fin de comunicarnos de una manera mucho más acertada y seducirlos con campañas cercanas a ellos. No obstante, para llevar a cabo lo anterior, es necesario segmentarlos y diseñar reglas de negocio personalizadas.
¿Qué es segmentación y personalización?
En el mundo del mercadeo siempre ha existido una confusión entre estos dos conceptos y, normalmente, se toman como sinónimos.
No obstante, la segmentación hace referencia a la clasificación de personas en pequeños grupos, según algunas características generales como; rango de edad, género, antigüedad o ubicación. Es un excelente recurso para implementar nuevos productos que den valor agregado a las marcas.
En esa segmentación están los buyer personas o arquetipos digitales, los cuales ayudan a conocer a profundidad cada grupo de usuarios. La segmentación permite crear tácticas y estrategias dirigidas al público objetivo o comunicar grupos específicos en fechas especiales, estilo de vida o momentos importantes de la marca.
Mientras que la personalización parte de la identificación de los comportamientos individuales de los clientes, en los principales indicadores de la marca, creando grupos poblacionales, según el número de ventas, frecuencia de compra o puntos ingresados en un plan de fidelización.
Esta técnica se concentra en conocer y clasificar a los usuarios, según su comportamiento transaccional en el negocio. Por lo tanto, para hacer uso de ésta se requiere de información específica del usuario, tiempo dedicado y recursos invertidos en la marca.
Luego de entender las diferencias entre ambos conceptos es importante señalar que tanto la segmentación como la personalización nos permiten crear grupos, de acuerdo a las características generales o específicas de los usuarios.
Pero más de uno se estará preguntando: ¿Cómo se clasifican los usuarios? ¿existe algún método o metodología de clasificación? o acaso ¿cada grupo se crea por arte de magia?
Desde la estadística existen diferentes métodos para definir los grupos a los que pertenece cada usuario, no obstante, escoger el modelo y las variables a incorporar dentro de él dependerá de la experticia del analista y del tipo de empresa y público objetivo.
Es importante resaltar que los grupos deben cumplir las siguientes particularidades:
- Ser diferentes entre sí
- Satisfacer las necesidades de la marca, al momento de realizar campañas y comunicar a cada uno de los segmentos.
- Tener un tamaño considerable con el fin de que la segmentación sea rentable para la empresa.
Finalmente, lo que buscan las herramientas de análisis de clientes es llegar al consumidor final con lo que realmente le interesa, creando una comunicación asertiva sin tener que generalizar el discurso.
Al conocer las actividades transaccionales y las características demográficas de las personas, es posible agruparlas en segmentos donde hablen el mismo idioma. Es decir, que tengan los mismos gustos y cualidades, lo que nos lleva a diseñar estrategias que le apunten directamente a los indicadores de la marca.
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